sábado, 15 de noviembre de 2014

Rediseñar la educación

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La tecnología ha invadido todos los procesos, vitales y profesionales.  Creo que ello nos plantea un doble reto, personal e institucional. No podemos ignorar la red, vivir al margen. Por un lado tenemos que desarrollar habilidades y competencias que nos permitan seguir aprendiendo y adaptarnos a un mundo globalizado, a la llamada sociedad de la información y la comunicación.  Por otro lado, los que desarrollamos nuestra labor profesional en el campo de la educación tenemos un compromiso institucional, la de enseñar a nuestros alumnos a vivir en la red.  A los docentes de hoy nos toca educar a unos alumnos que crecen en un contexto distinto a aquél en que fuimos formados y no podemos ignorar de ningún modo ese mundo digital que le es propio y en el que crecen: “tenemos un contexto del s. XXI donde muchas cosas están pasando, donde la gente puede hacer muchas cosas, donde mucho ha cambiado, pero educamos mayormente en un contexto del s. XIX, por lo tanto tenemos que cambiar la educación para adaptarla a este nuevo contexto” (Mark Prensky).
Quisiera centrar mi reflexión en el reto profesional . Éste nos debe conducir a cambiar muchas cosas en educación. Y el uso de internet, la integración de herramientas de la web 2.0, puede ayudarnos a la gestión de los aprendizajes de los alumnos. Si bien no supone ninguna solución utilizándose al margen de la metodología adecuada y el dominio del conocimiento propio de cada una de las materias. 
Facilitar el proceso de aprendizaje permanente en red del alumno en su futura vida adulta, personal y profesional, lo podemos hacer ayudándoles en la construcción y desarrollo de su entorno personal de aprendizaje. Junto a planteamientos metodológicos y pedagógicos, la integración de las tecnologías y el desarrollo de entornos personales de aprendizaje es fundamental en dos competencias:
  • Aprender a aprender, competencia vinculada al aprendizaje, a la capacidad de emprender y organizar un aprendizaje ya sea individualmente o en grupos, según las necesidades propias del individuo, así como a ser conscientes de los métodos y determinar las oportunidades disponibles.
  • La  competencia  digital,  que  conlleva  un  uso  seguro  y  crítico  de  las tecnologías de la sociedad de la información y, por tanto, el dominio de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Si nos preocupa una formación integral de nuestros alumnos tendremos que innovar cada día para facilitar sus aprendizajes. En las tecnologías encontramos una herramienta poderosa al servicio de todos los procesos de enseñanza. 
En el XII Congreso de Escuelas Católicas celebrado durante los días 21 a 23 de noviembre de 2013 tuve la ocasión de escuchar a Greg Whitbey, director de la escuela diocesana de Parramata en Australia. Tenemos que re-imaginar la escuela de hoy, lo que debe partir de la convicción de que los alumnos pueden aprender y que ese aprendizaje se produce socialmente, no recibiendo sólo información sino colaborando, compartiendo, produciendo. Los alumnos tienen que aprender cómo aprender. En ese proceso la tecnología juega un papel importante, pero sólo es una idea, una herramienta en manos del docente que ha de saber qué hacer con ella, cómo trabajar colaborativamente, en red, en un mundo cada vez más global. 
Os dejo esta entrevista para Think1.tv:



Entrada para #Easpmooc13

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