A muchos profesores nos preocupa el aprendizaje de nuestros alumnos y por ello hemos puesto nuestra mirada en su contexto para lograr las metas educativas que nos proponemos. Hacerlo de un modo adecuado nos exige provocar o incitar cambios imprescindibles en lo personal, en la formación, las metodologías.... Nos lleva, fundamentalmente, a plantearnos una cuestión de importancia: qué profesor necesitan los alumnos que tenemos en las aulas.
Hay muy buenos maestros, centros educativos y grupos de docentes que invitan a pensar con esperanza en la educación. Ellos, sus experiencias educativas, son lo que llama Carmen Pellicer "semillas de cambio" que hacen confiar en que el futuro no sea tan incierto.
¿Cómo es el buen profesor? Carmen nos ofrece su decálogo:
